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En el Canal de Sicilia. Son 51 las víctimas en el Canal de Sicilia durante el mes de octubre. Tres cuerpos salieron a flote en las costas tunisinas, dos cadáveres recuperados en alta mar sin ninguna traza de las embarcaciones naufragadas, y otros 46 hombres ahogados en las playas de Siracusa, en Vendicari, y en la costa calabresa de Roccella Ionica, durante los dos naufragios del 28 de octubre. En Vendicari un bote zozobró mientras llevaba a tierra a un grupo de migrantes desde el barco madre; en Roccella, un viejo pesquero se partió en tres después de haberse encalló en un bajío a 100 metros de la costa. Tanto el pesquero como el barco madre habían zarpado de Egipto, país desde el cual se está imponiendo una nueva ruta.
La ruta de Egipto. Viajes en grandes barcos madres desde los que se transborda a los pasajeros a barcas neumáticas que los conducen hasta la costa. Una nueva ruta, hija del acuerdo de readmisión con Egipto del 10 de enero de 2007, que llevó a la readmisión sistemática de los egipcios interceptados en Lampedusa durante los pasados meses. Ahora el objetivo es evitar la zona más patrullada al sur de Lampedusa y Malta y huir de los controles en el momento del desembarco. Durante los primeros 10 meses de 2007 desembarcaron 1.500 personas en Calabria. Son kurdos e iraquíes que zarparon de Turquía, y también egipcios y palestinos, que partieron de Egipto. Con todo, Libia sigue siendo el primer punto de embarque.
Europa cómplice. “Cerrar la falla en Libia para bloquear el 90% de los clandestinos”. El comisario europeo Franco Frattini no tiene dudas y en una entrevista a Avvenire declara: “Hemos abierto las negociaciones con Trípoli”. El razonamiento es impecable. Bloquear los barcos de los migrantes en aguas libias, devolverlos a los puertos de salida, y apoyar a Libia para que los repatrie. Lástima que Frattini omita todas las cuestiones candentes. Por ejemplo, las condiciones de detención en Libia, las deportaciones al desierto y las repatriaciones de los refugiados. Fortress Europe acaba de publicar un duro informe sobre Libia. 83 testimonios en primera persona de torturas, violencia y homicidios cometidos por la policía libia en los 20 centros de detención para migrantes (véase el mapa), donde 60.000 personas permanecen detenidas cada año. Hombres, mujeres y niños. Refugiados y migrantes económicos. Los testimonios cuentan detenciones arbitrarias, sin proceso y en condiciones inhumanas y degradantes, deportaciones en masa al desierto del Sahara, repulsiones colectivas en el mar y repatriación de refugiados. Acerca de los informes de
Top secret. Fortress Europe publicó un informe secreto de la agencia Frontex que habla de 53.842 migrantes detenidos y deportados en Libia en 2006. Además de los 60.000 detenidos en las cárceles libias en mayo de 2007. Sumando los datos de este informe a los del informe 2006 de Human Rights Watch, entre 2003 y 2006 los migrantes expulsados de Libia son por lo menos 200.000. Entre los anejos del informe hay una carta enviada por Frontex a las autoridades libias el 25 de mayo de 2007 en la que se pide la colaboración en las patrullas europeas del Canal de Sicilia.
Nautilus III. Las patrullas de la misión Nautilus II terminaron el 14 de octubre pasado, pero Frattini ha garantizado que se reemprenderán en 2008 de manera permanente y con la participación de Libia. El presupuesto de Frontex se ha duplicado y alcanzará los 70 millones € en
Un cementerio llamado mar. Nadie puede decir cuántas vidas devoran año tras año el mar Mediterraneo y el océano Atlántico, que se han convertido en auténticas fosas comunes. Los cadáveres reaparecen en las redes de pesca. En Níjar, cerca de Almería, la tripulación de “
Países colchón. Desde el aeropuerto de Dajla las autoridades marroquíes repatriaron por lo menos a 457 migrantes subsaharianos en el mes de octubre. En Rabat, en la madrugada del 26 de octubre de 2007, unos cien migrantes y refugiados fueron detenidos en un zoco en Rabat y deportados a Oujda, en la frontera con Argelia. Argelia corre el peligro de convertirse en una nueva cárcel en el umbral de
Los griegos, buena gente. Migrantes golpeados y torturados en los centros de detención de las islas griegas de Lesbos, Hios y Samos, peticiones de asilo denegadas sin justificación y devoluciones colectivas en las fronteras. Son gravísimas las acusaciones contra las autoridades griegas en el informe que acaba de publicar la oenegé alemana Pro Asyl y
Vergüenza en el Egeo. Al contrario de lo que está pasando en Italia y España, en Grecia los desembarcos este año han aumentado. En los primeros ocho meses de 2007, la Guardia costera lleva 4.500 personas interceptadas, frente a unas 3.000 en los años pasados. A Samos llegaron 2.404 migrantes en ocho meses, frente a los 1.580 de todo 2006 y los 455 de 2005. Además, la Guardia costera griega, según el informe de Pro Asyl, sería responsable de graves crímenes. Los migrantes entrevistados cuentan que a menudo a la guardia costera destroza los botes para evitar que partan otra vez. Otras veces abandona a los migrantes en islotes despoblados. La Guardia costera admite que disparan contra los botes que intentan escapar. A los migrantes que apresan en el Egeo los trasladan a Evros, en la frontera con Turquía. Posteriormente los readmiten en Turquía. La denegación de las peticiones de asilo es sistemática: de 13.345 peticiones de asilo en los primeros siete meses de 2007 se acogieron sólo las solicitudes de 16 refugiados y 11 protecciones humanitarias. El 0,2%. En 2006 la tasa de protección era del 1,2%. Todos los demás son deportados a Turquía.
Devolver los envases vacíos. El acuerdo de readmisión entre Grecia y Turquía es de 2001. Desde abril 2002 hasta noviembre 2006, Grecia ha pedido a Turquía la readmisión de 23.689 migrantes detenidos por falta de documentos de viaje. Turquía ha readmitido formalmente sólo a 2.841 migrantes. A los demás simplemente los abandonaron en la frontera. El gobierno turco habla de 11.993 migrantes detenidos por los guardias de frontera griegos y abandonados en territorio turco desde 2002, 3.047 de los cuales sólo en 2006. Una mujer iraquí entrevistada por Pro Asyl relata: “El 20 marzo de 2007 nos cargaron en un camión y nos dejaron en la orilla del río. Éramos 150 entre iraquíes, somalíes, eritreos, argelinos e iraníes. Nos llevaron en grupos de 20-30 por barco al otro lado del río, al lado turco. Me tiraron al agua con mi niño. Después de tres horas de camino la policía turca nos paró”.
País tercero seguro. Todo esto pasa en las mismas horas en que Turquía bombardea las bases militares del partido separatista kurdo del Pkk y amenaza con invadir Irak. Los datos hablan claro: 1.415 iraquíes solicitaron asilo político en Grecia en 2006 y 3.483 en la primera mitad de 2007. Ninguno de ellos obtuvo el estatuto. ¿Dónde desaparecieron? Algunos se embarcarían a escondidas en los transbordadores para Bari y Ancona, otros se quedarían sin documentos en Atenas. Pero a muchos los repelieron. El Greek Council for Refugees habla por lo menos de tres grupos de 40 iraquíes readmitidos en Turquía en los primeros cinco meses de 2007. El Acnur afirma que a 135 iraquíes readmitidos en Turquía los han repatriado a Iraq en julio. Y no se trata sólo de la suerte de los iraquíes.
Los rechazados. El pasado 20 de agosto Festus Okey, un nigeriano de 21 años, perdió la vida en circunstancias oscuras en una comisaría de Istanbul. El 15 de octubre, en cambio, 61 pakistaníes expulsados de Turquía aterrizaron en Islamabad. Desde mayo 2007 ya son 1.500 los pakistaníes repatriados. Difícil creer que ninguno de ellos tuvo problemas al volver a entrar en Pakistán, país cuyo régimen acaba de reintroducir el estado de emergencia. A Turquía llegaron con mucha probabilidad algunos de los 106 migrantes repelidos desde el puerto de Bari entre el 18 de septiembre y el 13 de octubre (entre los cuales había 75 iraquíes y 26 afganos) y de los 55 rechazados desde el puerto de Ancona en octubre (entre los cuales había14 iraquíes y 15 afganos), hallados en los trasbordadores de turistas y reexpedidos a Grecia.
País tercero seguro. Todo esto pasa en las mismas horas en que Turquía bombardea las bases militares del partido separatista kurdo del Pkk y amenaza con invadir Irak. Los datos hablan claro: 1.415 iraquíes solicitaron asilo político en Grecia en 2006 y 3.483 en la primera mitad de 2007. Ninguno de ellos obtuvo el estatuto. ¿Dónde desaparecieron? Algunos se embarcarían a escondidas en los transbordadores para Bari y Ancona, otros se quedarían sin documentos en Atenas. Pero a muchos los repelieron. El Greek Council for Refugees habla por lo menos de tres grupos de 40 iraquíes readmitidos en Turquía en los primeros cinco meses de 2007. El Acnur afirma que a 135 iraquíes readmitidos en Turquía los han repatriado a Iraq en julio. Y no se trata sólo de la suerte de los iraquíes.
Los rechazados. El pasado 20 de agosto Festus Okey, un nigeriano de 21 años, perdió la vida en circunstancias oscuras en una comisaría de Istanbul. El 15 de octubre, en cambio, 61 pakistaníes expulsados de Turquía aterrizaron en Islamabad. Desde mayo 2007 ya son 1.500 los pakistaníes repatriados. Difícil creer que ninguno de ellos tuvo problemas al volver a entrar en Pakistán, país cuyo régimen acaba de reintroducir el estado de emergencia. A Turquía llegaron con mucha probabilidad algunos de los 106 migrantes repelidos desde el puerto de Bari entre el 18 de septiembre y el 13 de octubre (entre los cuales había 75 iraquíes y 26 afganos) y de los 55 rechazados desde el puerto de Ancona en octubre (entre los cuales había14 iraquíes y 15 afganos), hallados en los trasbordadores de turistas y reexpedidos a Grecia.
Frontera Chipre. La situación no es mejor en la isla de Chipre. Miembro de la Unión Europea desde mayo 2004, el gobierno de Nicosia ha recibido hasta hoy por lo menos 12.000 peticiones de asilo. En 2006 hubo 3.778 peticiones, el 378% más respeto a 2005. En 2007 ya son más de 3.000 las recibidas. Sólo 300 personas tienen permiso de residencia por trabajo. Llegan de Siria, Pakistán, Irán y África. Se embarcan en Egipto o en Turquía en mercantes y desembarcan en la región de la isla controlada por las autoridades turcas. Después, pasan la “línea verde” y entran sin documentos en la región controlada por Grecia. Los detienen y los dejan en condiciones degradantes, a veces durante años. De la isla se filtran pocas noticias.
La torre del agua. Las últimas noticias hablan de una revuelta en una cárcel de Nicosia, donde seis iraníes y un afgano se pasaron cuatro días colgados encima de una torre de una cisterna de agua del centro de detención, pidiendo que sus peticiones de asilo fuesen reexaminadas. Algunos llevan cuatro años detenidos. Otras denuncias llegan de la cárcel de Limassol, donde una huelga de hambre de los migrantes detenidos terminó con una violenta represión de la policía. Un migrante intentó suicidarse. Chipre es una nueva puerta de la Unión Europea, e inevitablemente, un nuevo centinela de la Fortaleza Europa