Finalmente, admite Frattini, “el objetivo es bloquear todo en las aguas líbicas, cerca de los puertos de salida”. La Ue ya colabora con Libia, a través de un programa de repatriación asistida del Oim en Niger y Chad, financiado con los fondos Aeneas, de los cuales ya se habrían beneficiado, según Frattini, cientos de personas.Sobre Libia recaen denuncias de graves abusos contra migrantes y refugiados de Human Rights Watch, Amnesty International, Islamic human rights commission, Fortress Europe. Hay relaciones confirmadas por los testimonios de los que desembarcaron en Sicilia, y también por el New York Times. Sin embargo, Frattini alenta: “Hemos pedido a Libia que garantice el acceso de Acnur en los centros de detención”. Como en Misratah, por ejemplo, en donde Acnur acaba de visitar a los 600 refugiados eritreos apresados por las patrullas líbicas en rutas para Italia.
El pasado 18 de septiembre, la Presidencia de la Ue había condenado las “graves violaciones de los derechos humanos” en Eritrea. Sin embargo, Bruxelles sigue sin decir nada sobre los 600 eritreos. Condenados a la repatriación, en su patria peligran su vida en calidad de desertores del ejército de un País en guerra contra Etiopia, dado que – y lo dice Amnesty – en 2005 161 desertores fueron fusilados en Eritrea.
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