15 December 2007

Frontex concluye la operación Indalo en España

ROMA, 15 diciembre 2007 - Nuevas patrullas de Frontex en España ante la reapertura de la ruta andaluza. La última misión de la agencia para el control de las fronteras externas europeas, recién concluida, se llama Indalo: 305 migrantes detenidos y 28 embarcaciones secuestradas del 30 de octubre al 20 de noviembre de 2007 en aguas de la España meridional. Es la respuesta de la Unión Europea a la reapartura de la que en España se conoce como la vía mediterránea, que conduce directamente desde Marruecos y Argelia hacia la Andalucía occidental y Murcia. Una vía que ha vuelto a activarse en los últimos meses tras un par de años de relativa calma. Italia también ha participado en la misión de patrulla, junto con Portugal, Francia, Malta, Alemania, Chipre, Rumanía y, naturalmente, España. La patrullera “Corsi” de la Guardia costera italiana, regresó al puerto de Civitavecchia el 29 de noviembre. Guinea Conakry también ha pedido ayuda a Frontex para 2008. Hacen falta patrullas europeas –aseguran fuentes gubernamentales- sobre todo para bloquear las nuevas rutas de migrantes asiáticos - al menos 2000 personas- que de Conakry ponen rumbo a las Canarias en grandes barcos pesqueros desvencijados.

Habría que hacer una reflexión al margen sobre los nombres de las operaciones Frontex. Luego de Nautilus, Poseidón, Amazon y Hera, también en la última misión de 2007 la agencia ha escogido otra figura mitológica. Indalo es un guerrero pintado en una gruta andaluza, en un yacimiento arqueológico del 4500 a. C. Una pintura que se convirtió en símbolo de la protección de un dios prehistórico contra las calamidades naturales. La misma protección a la que la Unión Europea invoca, al parecer, contra los desembarcos del Norte de África. Desembarcos que se suelen entender como un éxodo de causas casi naturalistas, y no como la consecuencia directa de leyes de inmigración y asilo cada vez más restrictivas, así como de procesos históricos de empobrecimiento y dominio del entero continente africano iniciados con el colonialismo y continuados hasta hoy gracias a la complicidad de las dictaduras y de las falsas democracias africanas. Pero la Unión Europea hace como que no ve. Con una mano da y con la otra quita.