Ormai basta il proprio corpo da opporre alla frontiera. Niente barconi, niente passaporti falsi. Soltanto le proprie braccia per tentare di scavalcare quella invisibile barriera che è la frontiera. Succedeva intorno a Ceuta e Melilla, le due enclave spagnole in Marocco, nel 2005, quando centinaia di ragazzi accampati nei boschi sulle colline intorno tentavano ogni sera di violare il confine assalendo le reti e sfidando gli spari dei gendarmi spagnoli e marocchini. Succede di nuovo, sei anni dopo, ancora a Ceuta. Dove da qualche mese chi sogna l'Europa prova a arrivarci a nuoto. Per chi sa nuotare bene, l'impresa non è impossibile. Si tratta di aggirare il confine tra il Marocco e l'enclave spagnola. Ma il rischio resta altissimo. Tanto che ieri sono stati ritrovati i corpi senza vita di altri tre ragazzi annegati nel tentativo di aggirare a nuoto il posto di frontiera di Tarajal. E il bilancio dei morti potrebbe salire, visto che le autorità marocchine non escludono la presenza di altri dispersi in mare. Di seguito i dettagli della notizia sulla stampa spagnola.
Perecen ahogados tres inmigrantes que querían alcanzar Ceuta a nadoABC
CEUTA, 24/10/2011 - El drama de inmigración ilegal con destino a España se saldó ayer con un nuevo episodio trágico: la Gendarmería de Marruecos localizó los cuerpos sin vida de tres inmigrantes subsaharianos que se habían ahogado en el mar mientras trataban de alcanzar a nado las costas de Ceuta. Tanto las buenas condiciones meteorológicas de este caluroso inicio del otoño como los antecedentes de otros inmigrantes sí han conseguido llegar a nado a Ceuta en los últimos meses, están animando a muchos subsaharianos a lanzarse al agua sin embarcación neumática alguna para intentar superar inadvertidos los sistemas de vigilancia. No obstante, la «aventura» hacia un destino mejor costó ayer la vida a los tres inmigrantes que lo intentaron.
El hallazgo de los cadáveres se produjo en las inmediaciones de la frontera del Tarajal que separa Ceuta de Marruecos, en concreto en la playa de Castillejos, todavía en suelo marroquí, según informa Efe.
Los agentes marroquíes localizaron los cuerpos sin vida de los tres inmigrantes a unos cuatro kilómetros de la frontera ceutí, y según las primeros indicios de las autoridades de ese país, murieron por asfixia ocasionada por inmersión. Al parecer, se trataba de algunos rezagados del amplio grupo de inmigrantes subsaharianos —unos ochenta— que estaban a la espera de poder entrar ilegalmente en España desde la pasada semana. Finalmente, 65 de ellos lo consiguieron después de que la Gendarmería marroquí solo consiguiera impedir el acceso a la ciudad ceutí de una veintena de ellos.
De cualquier modo y en vista de que aproximadamente una tercera parte de ese grupo de más de ochenta subsaharianos quedó en suelo marroquí, las autoridades de ese país no descartaban ayer por la tarde que pudiera haber más subsaharianos en el mar que también habrían perecido, pero cuyos cuerpos aún no han sido localizados.
Por otra parte, la Guardia Civil interceptó la pasada madrugada una patera que navegaba en aguas de Lanzarote y en la que viajaban 23 inmigrantes, 18 de ellos menores de edad. El pequeño cayuco fue localizado sobre la una de la madrugada y posteriormente remolcada por la Guardia Civil hasta el puerto de la capital lanzaroteña. Todos los inmigrantes que viajaban en esta expedición son varones. A su llegada a puerto, miembros de Cruz Roja se encargaron de prestar asistencia a los ocupantes de la patera y de trasladar a cuatro de ellos a un centro hospitalario porque presentaban síntomas de hipotermia.
Perecen ahogados tres inmigrantes que querían alcanzar Ceuta a nadoABC
CEUTA, 24/10/2011 - El drama de inmigración ilegal con destino a España se saldó ayer con un nuevo episodio trágico: la Gendarmería de Marruecos localizó los cuerpos sin vida de tres inmigrantes subsaharianos que se habían ahogado en el mar mientras trataban de alcanzar a nado las costas de Ceuta. Tanto las buenas condiciones meteorológicas de este caluroso inicio del otoño como los antecedentes de otros inmigrantes sí han conseguido llegar a nado a Ceuta en los últimos meses, están animando a muchos subsaharianos a lanzarse al agua sin embarcación neumática alguna para intentar superar inadvertidos los sistemas de vigilancia. No obstante, la «aventura» hacia un destino mejor costó ayer la vida a los tres inmigrantes que lo intentaron.
El hallazgo de los cadáveres se produjo en las inmediaciones de la frontera del Tarajal que separa Ceuta de Marruecos, en concreto en la playa de Castillejos, todavía en suelo marroquí, según informa Efe.
Los agentes marroquíes localizaron los cuerpos sin vida de los tres inmigrantes a unos cuatro kilómetros de la frontera ceutí, y según las primeros indicios de las autoridades de ese país, murieron por asfixia ocasionada por inmersión. Al parecer, se trataba de algunos rezagados del amplio grupo de inmigrantes subsaharianos —unos ochenta— que estaban a la espera de poder entrar ilegalmente en España desde la pasada semana. Finalmente, 65 de ellos lo consiguieron después de que la Gendarmería marroquí solo consiguiera impedir el acceso a la ciudad ceutí de una veintena de ellos.
De cualquier modo y en vista de que aproximadamente una tercera parte de ese grupo de más de ochenta subsaharianos quedó en suelo marroquí, las autoridades de ese país no descartaban ayer por la tarde que pudiera haber más subsaharianos en el mar que también habrían perecido, pero cuyos cuerpos aún no han sido localizados.
Por otra parte, la Guardia Civil interceptó la pasada madrugada una patera que navegaba en aguas de Lanzarote y en la que viajaban 23 inmigrantes, 18 de ellos menores de edad. El pequeño cayuco fue localizado sobre la una de la madrugada y posteriormente remolcada por la Guardia Civil hasta el puerto de la capital lanzaroteña. Todos los inmigrantes que viajaban en esta expedición son varones. A su llegada a puerto, miembros de Cruz Roja se encargaron de prestar asistencia a los ocupantes de la patera y de trasladar a cuatro de ellos a un centro hospitalario porque presentaban síntomas de hipotermia.