Traducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti
Las víctimas censadas por el observatorio Fortress Europe en el mes de febrero a lo largo de la frontera sur de la Unión Europea son al menos 31. Balance trágico en las islas Canarias, donde siguen desembarcando cada vez más menores no acompañados como resultado de la política de readmisión de inmigrantes. El pasado 16 de febrero un cayuco volcó a tan sólo 20 metros de la costa en Teguise, Lanzarote. Tras varios días de rastreo se recuperaron 25 cadáveres. Un hombre sigue desaparecido. Entre las víctimas se hallaban cuatro recién nacidos, 4 niños de entre 8 y 11 años y dos mujeres. Otra mujer estaba embarazada de ocho meses.
Dos semanas antes se encontraron tres muertos a bordo de una embarcación que llegó a la isla de Gran Canaria. La misma escena se reprodujo el 21 de febrero, esta vez en Andalucía, frente a las costas de Motril, donde se encontró en un cayuco un cadáver en medio de otros pasajeros.
También llegan noticias trágicas de Argelia. Según cifras oficiales que acaba de proporcionar el gobierno, desde 2005 han muerto al menos 261 argelinos en la travesía del Mediterráneo. Concretamente serían: 29 en 2005, 73 en 2006, 61 en 2007 y 98 en 2008. Un dato en continuo aumento. Sin contar el número de desaparecidos, que seguirá desconociéndose.
El escritor argelino Mohammed Moulessehou -más conocido con su seudónimo femenino, Yasmina Jadra, bajo el cual publicó sus libros en los años de la guerra civil, escribe: “Cada cerebro en el exilio es un asesinato para la nación”. Durísimo su comentario publicado en el diario “Le quotidien d'Oran”. Se trataba de una carta abierta al primer ministro el pasado 19 de enero de 2009: “Argelia es un paraíso cuyos sueños se encuentran en otro lugar, lo que empuja a miles de adolescentes a buscar fortuna en pateras afrontando naufragios mortales e insolaciones irreversibles. No hay nación que pueda avanzar sin mitos, ni juventud que se pueda consolidar sin ídolos. ¿Qué se ha hecho de nuestros mitos? ¿Quiénes se han convertido en nuestros ídolos en esta neurótica búsqueda de sospechosos enriquecimientos, que han vuelto a nuestros alcaldes, gobernadores, diputados y senadores en constructores de desilusiones? El milagro existe. Bastaría con creer en él”.
La Fortaleza Europa, sin embargo, genera víctimas incluso sin salir de sus confines. En Calais, Francia, punto de tránsito de migrantes destinados a embarcar clandestinamente en los camiones que se dirigen a Inglaterra, la última víctima es una neonata de pocos días. Hija de una pareja kurda del barrio de chabolas que ha crecido a lo largo de la A16 en Dunquerque. Nació prematura durante el camino hacia el exilio. Su viaje duró pocas horas.
Las víctimas censadas por el observatorio Fortress Europe en el mes de febrero a lo largo de la frontera sur de la Unión Europea son al menos 31. Balance trágico en las islas Canarias, donde siguen desembarcando cada vez más menores no acompañados como resultado de la política de readmisión de inmigrantes. El pasado 16 de febrero un cayuco volcó a tan sólo 20 metros de la costa en Teguise, Lanzarote. Tras varios días de rastreo se recuperaron 25 cadáveres. Un hombre sigue desaparecido. Entre las víctimas se hallaban cuatro recién nacidos, 4 niños de entre 8 y 11 años y dos mujeres. Otra mujer estaba embarazada de ocho meses.
Dos semanas antes se encontraron tres muertos a bordo de una embarcación que llegó a la isla de Gran Canaria. La misma escena se reprodujo el 21 de febrero, esta vez en Andalucía, frente a las costas de Motril, donde se encontró en un cayuco un cadáver en medio de otros pasajeros.
También llegan noticias trágicas de Argelia. Según cifras oficiales que acaba de proporcionar el gobierno, desde 2005 han muerto al menos 261 argelinos en la travesía del Mediterráneo. Concretamente serían: 29 en 2005, 73 en 2006, 61 en 2007 y 98 en 2008. Un dato en continuo aumento. Sin contar el número de desaparecidos, que seguirá desconociéndose.
El escritor argelino Mohammed Moulessehou -más conocido con su seudónimo femenino, Yasmina Jadra, bajo el cual publicó sus libros en los años de la guerra civil, escribe: “Cada cerebro en el exilio es un asesinato para la nación”. Durísimo su comentario publicado en el diario “Le quotidien d'Oran”. Se trataba de una carta abierta al primer ministro el pasado 19 de enero de 2009: “Argelia es un paraíso cuyos sueños se encuentran en otro lugar, lo que empuja a miles de adolescentes a buscar fortuna en pateras afrontando naufragios mortales e insolaciones irreversibles. No hay nación que pueda avanzar sin mitos, ni juventud que se pueda consolidar sin ídolos. ¿Qué se ha hecho de nuestros mitos? ¿Quiénes se han convertido en nuestros ídolos en esta neurótica búsqueda de sospechosos enriquecimientos, que han vuelto a nuestros alcaldes, gobernadores, diputados y senadores en constructores de desilusiones? El milagro existe. Bastaría con creer en él”.
La Fortaleza Europa, sin embargo, genera víctimas incluso sin salir de sus confines. En Calais, Francia, punto de tránsito de migrantes destinados a embarcar clandestinamente en los camiones que se dirigen a Inglaterra, la última víctima es una neonata de pocos días. Hija de una pareja kurda del barrio de chabolas que ha crecido a lo largo de la A16 en Dunquerque. Nació prematura durante el camino hacia el exilio. Su viaje duró pocas horas.